martes, 23 de octubre de 2012

Tener estos 20 minutos.

     Son las 20:19 y estoy sola en casa. Es tan raro que no sé que hacer, iba a preparar la cena, ¡pero tiraré de congelados en cuanto les escuche subir las escaleras!. Quería, desde hace algún tiempo, comentar aquí en el blog una frase que escuché, en la actualidad en mi serie favorita: Según Roxi (a todas las mamás y a todas las que piensan serlo algún día, por favor, veanla. Se ve directamente por la web, los 8 episodios duran unos 10 minutos cada uno; para mi Roxi es como mi proyección, en versión argentina y trabajadora fuera de casa, y me río tanto con ella, ¿o de mí, quien sabe?). Bueno que me pierdo, me impactó esta frase, tanto que no hay día que no la repita tanto mental como verbalmente, por cierto, esta última es muy curiosa de hacerlo, porque suena 'raro'. ¿Sería muy cruel por mi parte no mostrarla hasta el final del post?.


    No sé si es por esto de convivir con un Coach (en el terreno emocional), o por los audiolibros que escuchamos en el coche de camino a casa,  por lo que desde hace algún tiempo veo el poder de la palabra, de la actitud o del dialogo interno, pero es cierto. No paro de repetirme mensajes de aliento, de ánimo, de tu-puedes, porque-no, es-tu-momento, ...quizás nunca nadie me las dijo cuando las necesitaba, en pleno desarrollo físico, emocional y hormonal, en plena adolescencia vamos; o porqué no más lejos, siendo niña no tengo almacenada ninguna imagen de alguien alentándome a seguir, a perseguir mis metas, mis sueños, a quererme tal y como soy. Nunca es tarde si la dicha es buena, tiro de refranero español para expresarlo en pocas palabras de forma clara. Ahora tengo la suerte, inmensa, de haber topado con alguien que sí apuesta mí, empujándome a conocerme mejor, a potenciar mis virtudes e infravalorar mis defectos. Tener estos 20 minutos, expresarlo y hacerlo público en este espacio es un claro ejemplo  de uno de los pasos al frente que he dado, y los que quedan por andar... .
     Es generosidad dar lo que se tiene, no lo que te sobra que sería dar limosna; pues bien, a mi no me sobra la autoestima ni la seguridad en mi misma, pero como en la actualidad las tengo en su justa media, quiero compartirla con quien lea esta reflexión de una tarde cualquiera estando sola en casa, quiero tener este acto de bondad infinita, escuchad con atención:

Creí. Cree.
 Cread todo aquello en lo que creais.


                                                                                          Y ahora, voy a sacar los congelados.



1 comentario:

  1. Me encanta tu post, y tu rincocito de la foto... es tan cálido..., tan acogedor...!! dan ganas de ponerse el pijama y sentarse un rato a escuchar todo lo que tú y tu coach, tengais que decir... seguro que es superterapeútico...
    A seguir transmitiendo paz...
    Besos
    Carmen

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