miércoles, 28 de diciembre de 2011

Una verdad y una promesa.

Parece que dispongo de mas tiempo, o quizás, me organizo mejor a la hora en la que el Cachorro está dormido. No, no me engaño, estoy en el pueblo y delante de mi madre con mis sobrinos revoloteando, no es una buena idea poner a ver mi última enganchada de serie: The L Word, lesbianas en Los Angeles viviendo sus vidas desenfrenadas y enloquecidas dándole a todas horas a ese placer al que llaman carnal. Mirandolo desde otro punto de vista, no hay mal que por bien no venga, y si es esta la manera de empezar mi deseado blog, agradecida sinceramente me encuentro.
No está nada mal, mi segunda entrada en nueve meses. Siempre positiva, dando ejemplo de buena esposa de un 'coach'. Prometo que la tercera no se demorará tanto. Prometido.
Dejo una foto de los buenos momentos que el Cachorro vive en su amado Cádiar. Con su Elmo y su primo Juanjo viendo El Rey León. ¿Hay una felicidad mas plena?