La primavera está pasando de puntillas, cauta y silenciosa. Engatusándome con sus tardes largas, con su temperatura placentera; dejándome llevar por la ligereza de su brisa, la calidez de su luz, hago lo creo que son esfuerzos suprahumanos, tremendos a menudo, para tomar las riendas de este tiempo, para no dejar pasar estos preciosos días, sentarme de nuevo aquí o allí, pero sentarme, para seguir tejiendo tranquilamente.
Cómo pasa el tiempo, cómo tan rápido. Todos deberíamos de tener uno de esos mandos universales, o mejor podrían inventar un Apps para nuestros smartphone que nos permitiera darle al pausa cuando sea necesario, simplemente detenerlo unos instantes, respirar y continuar. Sería tan maravilloso.
Mientras llega tan práctico invento me dedicaré a ver pasar lo que queda de ella.
Estas son algunas de la imágenes que componen mi Diario de Primavera, podéis ver más de mis compañeros aquí.
Cómo pasa el tiempo, cómo tan rápido. Todos deberíamos de tener uno de esos mandos universales, o mejor podrían inventar un Apps para nuestros smartphone que nos permitiera darle al pausa cuando sea necesario, simplemente detenerlo unos instantes, respirar y continuar. Sería tan maravilloso.
Mientras llega tan práctico invento me dedicaré a ver pasar lo que queda de ella.
Estas son algunas de la imágenes que componen mi Diario de Primavera, podéis ver más de mis compañeros aquí.