martes, 5 de marzo de 2013

Cámara en mano.


Aquí tenemos a mi Cachorro cámara en mano acosando a la pobre Bella.  O pegado al seto donde la tarde anterior pasé un ratito cazando alguna luz especial o simplemente devolviendome las miradas a través de su objetivo, como la que tantas y tantas veces le he hecho yo. La lámpara, el techo, la tele, el sillón, mi codo, la lavadora,...
Pero ya no solo que me imite cámara en mano, lo que realmente me llama la atención de esta conducta de imitación, es que es consciente de los cambios de luz a lo largo del día, es capaz de ver el anaranjado del atardecer o sorprenderse que de pronto todo se ve más oscuro y plano porque el cielo se ha cubierto de nubes grises. No sé si es normal en niños de su edad cuyas madres no anden todo el día observando su mundo a través de una lente este tipo de, llamémoslo, conocimiento de la luz, pero el mero hecho de poder compartir con él ciertas de estas observaciones o anécdotas me lo hace más cercano en algo tan ajeno a él como mi pasión por la fotografía.
Estas fotos no son de ninguna calidad técnica, pero después del mes y pico de estancamiento bloggeriano y las ganas de compartir con vosotros esta parte de nuestro pequeño mundo hace que las suba sin ningún tipo de remordimiento.






Y aquí algunos de sus muchos momentos captados: